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Death Note

Un día cualquiera en la calle te encuentras tirado un cuaderno de tapas negras que dice DEATH NOTE en la portada. En la primera página, las siguientes reglas están escritas:

1.- Los humanos cuyos nombres hayan sido escritos en este cuaderno, morirán.

2.- Esto sólo sucederá si el escritor tiene en mente el rostro de la víctima mientras escribe su nombre. Si no, no sucede nada. Esto evita que personas que tienen el mismo nombre se conviertan en víctimas también.

3.- Si se escribe una causa de muerte antes de 40 segundos de haber escrito el nombre, eso será lo que ocurra.

4.- Si no se especifica una causa de muerte, la persona morirá de un ataque cardíaco (40 segundos después de escrito su nombre).

5.- Si quieren especificar detalles de la muerte, deberán hacerse en los siguientes 6 minutos y 40 segundos, antes de que la muerte ocurra.

Este es precisamente el argumento del manga Death Note, escrito por Takeshi Obata e ilustrado por Tsugumi

Pinochet ha muerto

El día 10 de Diciembre del 2006, sufrió un ataque al corazón e ingresó a la Unidad de Cuidado Intensivo (UCI) del Hospital Militar a las 13:30 horas hora local. Su muerte se declaró a las 14:15 horas. A la fecha de su muerte, el ex-dictador tenía 91 años de edad.

Antes del golpe militar

Nació en Valparaíso en 1915, y sus primeros estudios los realizó en varios colegios religiosos de la zona, incluyendo el colegio de los Maristas y el de los Padres Franceses. A los 18 años de edad entró a la carrera militar, egresando como Alférez (el grado básico de oficial) a los 22 años de edad.

En ese período, su carrera incluyó ser destinado a Concepción, Valparaíso e Iquique, y estudiar para graduarse como Oficial de Estado Mayor a los 36 años de edad (en la Academia de Guerra, en el año 1951). Esto es como hacer un postgrado en ciencias militares; despues de esto comienza a dar clases de geografía y geopolítica en la Academia Militar en Santiago. En el año 1948 se encontró por primera vez con Allende: el entonces Senador Allende, junto a un grupo de parlamentarios, deseaban visitar un regimiento en Iquique donde habían disidentes del partido comunista encarcelados por la ley que ilegalizó al partido durante el gobierno de Gonzalez Videla, pero Pinochet le negó el permiso para visitar a estos presos. Ese mismo año, obtuvo una licenciatura y entró a la escuela de leyes de la Universidad de Chile, pero nunca terminó esa carrera, porque a los 41 años fue enviado a Quito, Ecuador, para asesorar junto a otros oficiales la creación de una academia militar. Allí pasó 3 años y medio.

A su regreso a Chile en el año 1959, con 44 años de edad, comenzó a tener puestos de mayor relevancia en el ejército, en Santiago e Iquique, lugar donde fue nombrado también intendente de la provincia de Tarapacá; al parecer en la época era aceptable que un cargo administrativo-político de este tipo fuera ostentado por un militar. En el año 1971, con 56 años de edad, vuelve a Santiago y es nombrado general en jefe de Santiago, al año siguiente, general en jefe del ejército de Chile, y al año subsiguiente, Comandante en Jefe del Ejército, cargo en el cual lo nombra el presidente Salvador Allende como una forma de afirmar su autoridad.


La dictadura

El golpe militar del año 1973 fue encabezado por Gustavo Leigh que encabezaba la Fuerza Aérea, José Toribio Merino de la Armada, y César Mendoza de la Policía. Algunos han afirmado que la idea original era rotar el poder entre ellos, otros que el ejército siempre tendría la prioridad por ser la rama jerárquicamente más antigua. El caso es que Pinochet dirigió la junta durante todo el período. Durante el golpe de estado, la sede de gobierno fue bombardeada por la fuerza aérea. El golpe militar enfrentó en general poca resistencia armada, y los golpistas se hicieron con el control del país en pocas horas.

Dos días más tarde, la junta militar disolvía el congreso y declaraba ilegales a todos los partidos políticos que apoyaron el gobierno de Allende. Además, la actividad política estaría oficialmente "en receso" . Pinochet dirá en 1988 en una entrevista a Televisión Española (TVE) "Yo no he escogido ninguna carrera política. Yo escogí la carrera de las armas y llegué a ser Presidente de la República por el destino".

Los primeros años de la dictadura estuvieron marcados por la persecusión, asesinato, deportación y exilio de los dirigentes de izquierda. Una parte de las ejecuciones se hacían aparecer como enfrentamientos armados, pero la mayor parte simplemente constaban como "desapariciones". Estas desapariciones correspondían a personas que eran detenidas por agentes del gobierno (policía o militares) y de las cuales, hasta la fecha, se desconoce su paradero. Informes solicitados por los gobiernos que siguieron al golpe son concluyentes: el informe Rettig, encargado en el año 1991 por el gobierno, documentó 2.279 asesinatos.

Durante el régimen militar y para acabar con la disidencia, prácticamente todos los dirigentes políticos de izquierda detenidos fueron víctimas de torturas. El informe Valech, encargado en el año 2004 por el gobierno, indica que el 94% de los detenidos por motivos políticos fue torturado, y documenta más de 28.000 casos de tortura, incluyendo atrocidades del más variado tipo, tortura con electricidad, golpizas, violaciones y vejaciones que dejaron graves secuelas en los prisioneros y las prisioneras. Dice el informe "la experiencia de la prisión política y la tortura representó un quiebre vital que cruzó todas las dimensiones de la existencia de las víctimas y de sus familias, y que las acompañan hasta el presente".

A nivel internacional, el gobierno de la Junta Militar participó en algo que se conocería como la Operación Cóndor, un esfuerzo internacional contra los disidentes de izquierda en el cono sur, coordinada por Chile y a la que se sumaban los gobiernos de Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay. Dentro de este marco de cooperación, se asesinó, entre otros, al líder demócrata cristiano chileno Bernardo Leighton en Roma, y al ex ministro chileno Orlando Letelier, en Washington. Este último, había sido detenido, torturado, enviado a prisión a Tierra del Fuego y finalmente liberado en 1974. Posteriormente, se radicó en Estados Unidos, país donde había sido embajador durante el gobierno de Allende. Debido a que activamente trabajó en ese país para intentar terminar con la dictadura en Chile, en el año 1976 una bomba en su automóvil puso fin a su vida.

En cuanto a políticas económicas, el gobierno militar aplicó políticas liberales en cuanto al mercado, incluyendo desregular los mercados, abolir el sueldo mínimo, privatizar el sistema de pensiones, y disminuir los impuestos sobre la riqueza. Además, se prohibieron las asociaciones sindicales y se disminuyó el gasto público, lo que en general tuvo un efecto negativo sobre los más pobres y un efecto positivo sobre los más ricos. En promedio, el PIB aumentó un 35% de 1960 al 1980, seguido de un 94% desde el 1980 al 2000, considerando que desde 1990 el gobierno fue de carácter democrático.

El retorno a la democracia

En el año 1980 se redactó una nueva constitución que aumentaba el poder de las fuerzas armadas, proclamaba a Pinochet como presidente en vez de Presidente de la Junta, prohibía al presidente remover a los altos mandos de las fuerzas armadas, instauraba la figura de los senadores designados, y fijaba una elección para 8 años más tarde. En el año 1988, al cumplirse este plazo, la junta de gobierno, en vez de convocar a elecciones, presentó la candidatura de Augusto Pinochet a presidente, como candidato único, y realizó un plebiscito.


Tras años de paralización de la actividad política, esta fue una época muy especial para toda una generación para la cual la democracia era algo desconocido, sólo una teoría. Los resultados del plebiscito dieron una victoria al NO a Pinochet , por un 45% contra un 43% de acuerdo a cifras oficiales, y 60% contra 38% de acuerdo a las cifras de la concertación. Antes de dar a conocer los resultados, Pinochet intenta una medida desesperada y les entrega a los miembro de la Junta Militar un decreto en el que asumía todo el poder para no reconocer los resultados del Plebiscito. Esto enfurece a los miembros de la Junta, en particular al general del aire Mathei quien rompe el decreto y sale del palacio de gobierno, declarando a la prensa que el "NO" había ganado.

Pinochet entrega el poder al democrata cristiano Patricio Aylwin el 11 de Marzo de 1990, pero permanece al mando del ejército. Decide quedarse en ese puesto, como declaró el mismo, "Para estar con mi gente y protegerla en cualquier momento de cualquier cosa que pueda suceder" como indica en su autobiografía. Tiene la oportunidad de hacerlo en el año 1991: su hijo fue investigado porque el ejército había comprado acciones de una empresa que le pertenecía, pero que ya no funcionaba hace años, y le había pagado con cheques nominativos. Rompe un gran escándalo a nivel nacional, y el gobierno le ofrece la posibilidad de dejar de investigar a cambio de que renuncie a su cargo de comandante en jefe. No lo acepta y acuartela a todo el ejército. La excusa, realizar ejercicios de seguridad, alistamiento y enlace. Esto es suficiente para que el caso de los "pinocheques" se disuelva en la nada.

En el año 1998, asume como senador designado, puesto que le correspondía de acuerdo a la constitución, en medio de protestas tanto dentro como fuera del congreso nacional. Ese mismo año y durante un viaje a Londres, sería arrestado por una orden de captura emitida desde España por el juez Baltasár Garzón, por la tortura de 96 ciudadanos españoles durante el régimen militar. Tras 1 año y medio en Inglaterra, la extradición es denegada "por motivos humanitarios" y Pinochet regresa a Chile.

Una vez probado que no era invulnerable legalmente, su situación judicial se complica en Chile, pasando durante 5 años de la corte de apelaciones a la corte suprema, con numerosos fallos a favor y en contra, sobreseimientos temporales por demencia senil, reaperturas del caso, etc. Esto con la dificultad añadida de su cargo de senador designado, lo que le concede fuero parlamentario, es decir, un status (revocable) de inmunidad legal.

En el año 2004, un informe de un comité parlamentario del Senado de los Estados Unidos, concluye que el Banco Riggs mantuvo negocios y ayudó a Augusto Pinochet a esconder varios millones de dólares mientras estaba en arresto en Londres. La cantidad se cifra entre 4 y 8 millones de dólares, nunca a nombre de él, sino de miembros de su familia y nombres falsos como Daniel López, además de José Ramón Ugarte, José R. Ugarte y A.J.P. Ugarte, entre otras identidades. Esto incluyó la falsificación de al menos dos pasaportes para abrir estas cuentas.

En Enero del 2005 el ejército de Chile aceptó su responsabilidad institucional en los abusos pasados. Lucía Pinochet, la hija mayor de Augusto Pinochet, declaró que el uso de la tortura fue "bárbaro y sin justificación". En mayo del 2005, el principal candidato presidencial opositor y líder de la alianza de partidos que formó el gobierno con Pinochet, Joaquín Lavín, es consultado sobre las violaciones a los derechos humanos y las cuentas secretas de Pinochet, y declara: que "sabiendo los antecedentes que ahora hay, obviamente no hubiera votado que sí en el plebiscito del 1988".

La verdad, no fue el resultado del plebiscito del 1988 lo que derrotó a Pinochet. Tampoco el Informe Rettig con sus 3.000 muertos, ni el Informe Valech con 30.000 torturas y violaciones. Fue el enriquecimiento ilícito, fueron las cuentas en el Banco Riggs. Esa es la verdad, porque de el hecho de que era un asesino, que había abusado de su posición para matar y torturar, más de la mitad de Chile lo sabía, pero al resto, lo que le impactó de verdad es que además fuera un ladrón. Fue éso lo que lo mató.

Pinochet ha muerto.


Fuentes:

Este artículo fue escrito tras la muerte política de Pinochet, en el año 2005.

Un lector comentó en Octubre del 2005: ahora sabemos qué pesa mas en la balanza de la "justicia"; los detenidos desaparecidos o los "depósitos aparecidos". Otro lector anónimo en Enero del 2006 ayudó con datos técnicos sobre el grado de alférez y el paso de Pinochet por la academia de guerra. Irónicamente, el 10 de Diciembre es el Día Internacional por los Derechos Humanos de acuerdo a las Naciones Unidas.

Política de principios del siglo XXI

Este fin de semana tuve la suerte de ver dos películas muy similares una despues de otra, ambas relacionadas con temas de política global muy actuales: el terrorismo, la inmigración, las libertades civiles y el militarismo. En ambas se explica cómo un gobierno autoritario puede surgir y fortalecerse con el miedo.

Las películas: "V for Vendetta" y "Children of Men".

V for Vendetta, dirigida por los hermanos Wachowski ("The Matrix"), muestra una Inglaterra sometida a un régimen totalitario y fascista, aceptado felizmente por una sociedad dócil e idiotizada. ¿Cómo llegó a ese estado? Un partido de ultra-derecha ofrece "mano dura" contra el terrorismo, y logra una tremenda victoria electoral. "V" es la esperanza de acabar con esta tiranía.

Children of Men, dirigida por Alfonso Cuarón ("Y tu mamá también"), muestra un futuro en que los humanos son estériles y enfrentan la extinción. Los países recurren al despotismo como una forma de controlar el caos que sigue, y los países ricos se lanzan contra los inmigrantes en picada, agrupándolos en horrendos campos de concentración.

Ambas películas recuerdan la retórica bélica, el racismo, y las divisiones globales entre ricos y pobres que inauguraron la política del siglo XXI. Lo peor de todo es que lamentablemente asustar a la población y luego prometer mano dura (lo que se conoce como política de tolerancia cero) es una técnica que siempre da resultado. La BBC tiene este análisis de las encuestas Fox/Gallup, NY Times y USA Today con la popularidad de George W. Bush, que muestra que lo mejor que le pudo haber pasado a su gobierno fue el ataque contra las torres gemelas:

El mensaje es que el miedo puede transformarnos en seres irracionales, que por miedo muchos están dispuestos a dejar sus libertades de lado, y a creer en falsas promesas de estabilidad. Así nacen las tiranías, poco a poco, fortalecidas aterrorizando a la población. Como decía Hitler:

Nunca dejes a la gente en paz, porque si los dejas en paz, no eres nadie. Si ellos no te necesitan, tu propósito se ha ido. La gente te necesita sólo cuando hay peligro; así que crea el peligro. Si no hay un peligro real, al menos crea el clima de un falso peligro.

La virtud olvidada

Si fallamos y cometemos un error, nos sentimos mal, y a menudo, llegamos a pensar que no servimos para nada. Si acertamos en algo, nos sentimos bien, y a veces, comenzamos a pensar que somos capaces de todo. Una breve serie de fracasos nos lleva a la depresión, una breve serie de éxitos a la petulancia.

Vemos los grandes logros científicos y terminamos creyendo que todo tiene explicación, o que todas las explicaciones son encontrables. Nos topamos con las limitaciones del método científico y nos vamos al extremo de pensar que estamos totalmente ciegos frente al universo, que nada tiene explicación y que todo es obra de un gran prestidigitador universal.

Aprendemos a medir a través de la comparación con patrones comunes de referencia, y pensamos a veces que todo puede medirse, hasta la amistad o el amor. Nos dicen que en realidad en ciertos ámbitos y escalas no se pueden definir patrones comunes de referencia debido a efectos relativistas, y ahora terminamos acostumbrándonos a que diariamente se de crédito a teorías sin ninguna evidencia que las soporte, total, todo es relativo.

De pequeños vivimos en un entorno protegido en que todos los que nos rodean quieren lo mejor para nosotros, y aprendemos a confiar en los demás. Despues de unos pocos desaires, nos transformamos en seres desconfiados que terminan pagando un precio más alto en todas sus relaciones por los elementos de desconfianza que imponenemos hacia el otro.

Más tarde siendo adolescentes descubrimos el amor de pareja, la entrega en el otro y nos lanzamos a relaciones asfixiantes en que nada queda de los espacios individuales. Tras el fracaso de estas relaciones, tenemos un montón de problemas en establecer nuevas parejas porque queremos estar en pareja, pero queremos al mismo tiempo que todo sea individual. En cualquier caso, nos cuesta encontrar el equilibrio, porque nos falta madurez emocional, porque no podemos asumir la complejidad de ciertas situaciones, o porque nos faltan experiencias de aprendizaje.


La templanza se encuentra cuando podemos canalizar nuestras pasiones e impulsos de forma que sirvan para crear cosas, no para destruir lo que hemos aprendido. Por esto la templanza no puede existir sin un cierto nivel de madurez emocional.

La templanza se encuentra cuando podemos comprender que ciertos fenómenos son complejos, que no son ni blancos ni negros, que tienen muchas partes que interactúan y muchos dimensiones o grados de libertad. Por esto la templanza no se alcanza sin cierta madurez intelectual.

La templanza se encuentra cuando los hechos del presente son tomados en su justa medida, considerando también los hechos del pasado en nuestras decisiones. Por esto la templanza no se alcanza sin la madurez de la experiencia.

Como todos los procesos de aprendizaje, irónicamente, la templanza también llega mucho despues del momento en que resulta más necesaria.

La mentira como herramienta pedagógica

"La Droga Mata" dice la propaganda prohibicionista. ¿A qué droga se referirá?. Tal vez se refiere a la nicotina, la sustancia activa del cigarrillo, que es un ansiolítico bastante benigno ... sino fuera porque es adictivo y su forma de consumo por inhalación de humo caliente con alquitrán causa cáncer.

O quizás se refiere al alcohol, que causa cada año miles de muertes relacionadas tanto con el consumo en exceso (la minoría) como por operar automóviles o maquinaria bajo su efecto (la mayoría).

El asunto es que las campañas que dicen "la droga mata" no son efectivas, básicamente, porque mienten, y la mentira no sirve para enseñar nada.

En este artículo Javier Ortiz expone en breves palabras el quid del asunto:

Puesto que de capacidad mortal hablamos, es absurdo referirse genéricamente a «la» droga. Hay drogas que tienen propiedades tóxicas y adictivas infinitamente mayores que otras, e incluso las hay que, debidamente consumidas, poseen cualidades benéficas.

Efectivamente, existen distintos tipos de droga y de distinta toxicidad, efectos colaterales, etc. La clasificación de las drogas en muchos países se realiza con un criterio que no es científico y que simplemente habla de las distintas penalizaciones, como si intrínsicamente la marihuana o el éxtasis fueran más peligrosos que el tabaco o el alcohol.

El hecho es que no existe ningún caso documentado en el mundo de muerte por sobredosis de marihuana (sí de alcohol, y muchos cada año), no existe evidencia de que la marihuana sirva de "puente" hacia otras drogas, ni existe el famoso "síndrome amotivacional" del que se hablaba en los 60s.

Las drogas pueden ser usadas por adultos responsablemente con la información y orientación adecuada. Si podemos elegir con quién nos casamos, qué negocios emprendemos y a cuántos años pedimos una hipoteca, podemos decidir qué hacemos con nuestras vidas y nuestros cuerpos. La prohibición tiene enormes costos económicos (impuestos que se dejan de percibir), sociales (creación de delincuencia y narcotráfico) y personales (el énfasis se pone en el castigo y no en la recuperación de la adicción).

Yo no digo que las drogas sean inofensivas. Lo que digo es que hay que ser reales cuando se habla de drogas, que la mentira es un mal camino. Las drogas son dañinas básicamente porque pueden crear adicción y porque pueden desplazar otras actividades e intereses, impedir a las personas lograr lo que quieren. Todos nuestros apetitos pueden volverse en contra nuestro, sobre todo si alteran nuestra química neurológica.

Como sociedad, no prohibimos todo lo que es malo. No prohibimos por ley decir garabatos, no prohibimos por ley jugar a los dados, y ya no prohibimos por ley el adulterio. No prohibimos a la gente que practique el sexo oral, ni hay leyes que penalicen la masturbación ni los malos pensamientos. En el hemisferio occidental, afortunadamente ya no hay leyes contra la herejía ni las caricaturas satíricas. Dejamos ciertas áreas de nuestra vida sin reglamentar, simplemente porque entendemos que no todo tiene que ser materia de ley, que no toda la sociedad se basa en tener millones de reglas para todo.

El problema mayor es que con mentiras y prejuicios no se llega a ninguna parte. A los jovenes les dicen: "la droga mata". Se fuman un pito, y no los mata, y entonces piensan que todo lo que les dijeron era mentira. La política actual sobre drogas se basa en el prejuicio y no en la evidencia, como dice este reporte del parlamento del reino unido(pdf 150 pgs.) en enero del 2006.

¿Y por qué seguimos con la prohibición?. Porque los que ahora tienen el poder prefieren educarnos con mentiras, y hacer caso omiso de toda evidencia científica que vaya en contra de sus prejuicios moralistas. Piensan que los adultos no somos capaces de decidir sobre nuestra vida. Y nosotros, los muy imbéciles, seguimos votando por ellos para que nos protejan de nosotros mismos.

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