La tontera y la maldad

Definimos "andar con la tontera" como aquel impulso hormonal inevitable que produce en quien es su presa el "mal de la novia", o, lo que es lo mismo, una intensa e indiscriminada atracción por alguien del sexo opuesto.

Ahora bien, la tontera no siempre es la tontera. A veces es ... LA MALDAD! Algunos ejemplos:

ES LA TONTERA cuando vas a ver seguido a un amigo porque su hermana está como te explico ... ES LA MALDAD cuando vas a ver seguido a tu polola porque su hermana está como te explico.

ES LA TONTERA que una amiga diga en un carrete que está medio ahogada por el humo y el calor y te invite a salir un momento al patio ... ES LA MALDAD que una amiga te diga en un carrete que se siente mal y que por que no la llevas a su casa.

ES LA TONTERA invitar a una amiga a estudiar a tu casa "yo te enseño" una noche de Viernes ... ES LA MALDAD invitarla una noche de Viernes en que tus viejos se fueron a la playa y no hay nadie más en la casa.

ES LA TONTERA cuando una mina le dice a un tipo que comparten un interés comun por algún poeta y le muestra fragmentos de sus textos ... ES LA MALDAD cuando la misma mina te invita a su casa y te lleva a la bodega del patio para mostrarte el librito.

ES LA TONTERA cuando una mina después de correr te dice "mira, tócame la espalda, quedé toda traspirada". ... ES LA MALDAD si te agarra la mano y se la pone en su pecho entremedio y te dice "siente, como me late el corazoncito".

ES LA TONTERA mirar a minas jugando volley o baby por el sólo hecho de verlas con esas mallas apretadas ... ES LA MALDAD espiarlas después por una rendija en el camerín.

Hasta aquí con los ejemplos. Suerte en la vida y espero que endereces y sigas el camino ... DE LA MALDAD .... MUUAAAAHAAHAAHHAHHHA ....

La prueba

La prueba. LA PRUEBA. ¿Cuál será mi resultado? ... y, sobre todas las cosas, ¿Cuál será el de ella? Cuando se comenzó a aplicar la prueba, por lo menos en los primeros dos años, fue desastroso, la gente se negaba y terminaba simplemente por renunciar a la posibilidad de casarse, aún con las mejores intenciones de hacerlo. Y las parejas hacían un cínico pacto, aludiendo a que el procedimiento era antinatural, no era lo correcto, etcétera. Pero por dentro, estaban muertos de miedo.

Y yo me reía de ellos, porque a fin de cuentas, antes de que existiera la prueba la mitad de los matrimonios fracasaba antes de los 10 años. Ahora, 25 años después, se casa un poco menos de tiempo, pero las uniones tienden a ser mucho más sólidas y duraderas.

Al menos eso dicen las estadísticas oficiales.

Y ahora, esperando en esta pieza de decoración minimalista y aséptica, aguardo con las manos sudorosas los resultados. La enfermera me llama en voz alta y me extiende un sobre sellado, copia idéntica, por lo demás, del sobre que recibirá el juez.

Como habíamos acordado, espero a mi novia fuera del edificio. Ella llega con un sobre como el mío.

  • Tú primero -me apresuro a decir.

Ella no tiene ningún reparo. Lo abre sin dilación ni prisa extremas, incluso, diría yo, con un gesto de abulia. Y lee en voz alta "Señorita P. Su estudio de niveles neurológicos asociados al síndrome de Eros, arrojan un resultado de 5.79 en la escala normalizada lineal de 0 a 10. Esto la situa dentro del rango legalmente permitido para contraer nupcias, a saber, entre 4.00 y 7.99. La presente certifica que, por lo tanto, usted está legalmente habilitada para el matrimonio."

Siempre los números 4 y 8 me han parecido antojadizos, aunque hayan sido objetos del más profundo análisis. Y aún cuando acepto plenamente lo del límite mínimo, es decir, la persona DEBE estar al menos ligeramente enamorada para casarse, el límite superior me cuesta más de tragar, aún cuando reside gran parte de la eficacia del método: prevenir arranques de locura (puesto que incluso antes de la prueba ya se aceptaba que el amor era una forma benigna de sicosis temporal) como causantes de matrimonios destinados al fracaso y que las parejas se tomen la decisión con la mente fría.

Abro mi sobre. Lo leo en silencio. No la puedo mirar a los ojos al decirle: "9.14, estoy inhabilitado por los próximos 6 meses".

Ella me mira con una sonrisa que pretende ser tierna pero oculta un desprecio sutil. Me abraza y me dice "eso significa que estás un poquito loco ... tal vez deberíamos vernos menos seguido".

Caminando de la mano a su casa, comprendo que esto va directo al abismo.

Dos caras

An-verso

Días sin salir con los amigos, ellos ya no me llaman, en la escuela a veces me encuentro con ellos y hasta levantarme las cejas les da lata (a ambos). Le digo "salgamos, vamos a bailar, a cualquier parte"; ella con cara de tedio me contesta bueno, está bien; pasamos a comprar unas cervezas (Royal, of course) y las vamos tomando en el auto, en silencio ... llegamos allá, un especial de Depeche Mode en una disco, le digo, ya, aquí es ... me mira con compasión y me dice, no quiero ir, tengo sueño; yo la pienso, igual me hice la idea de ir con ella. Ya, vámonos a la casa - pero anda tú, si tenías ganas - no. Ya no. Amurrado. Imbécil. Nos vamos a su casa, son las 12:00. Nos acostamos, regaloneamos un rato; ella duerme y me quedo mirando el techo, con rabia; la despierto -me voy, voy a salir- ni me pesca, se da la media vuelta y musita un -haz lo que quieras-. Me visto, me voy a mi casa; el auto no está, me siento en el living a esperar, mi mamá salió con mi hermana, medio dormido, medio despierto, me tiro en el diván; como a las 2.00 me despierta el ruido del auto, ahora tengo puro sueño, antes que lleguen y me hagan preguntas subo a mi pieza y me acuesto. Al otro día me levanto, medio muerto y medio vivo.

Re-verso

En medio de una semana de distorsión, buena; vamos al cine, la película es lenta a ratos, cine arte, demasiado arte pa' mi poco refinado gusto y pego unos pestañázos grandes; una cerveza (Escudo, por supuesto) antes de entrar y mi estómago encañado se niega a proporcionarle alcohol a mi sangre. A la salida del cine la estrecho contra mí, todo un galán -vamos a tu casa- y ella me contesta: ¡pero si la noche es jóven! - vamos, tengo ganas de estar tranquilo, contigo, solo tú y yo- bueno, me dice ella; partimos para allá; entramos con sigilo a la casa con las luces apagadas, no quiero que la amiga que vive con ella cache que llegamos juntos. Inútil. Hay el tremendo carrete -¡uooooh!- gritan todos cuando entramos nosotros, percibieron nuestras intenciones al tiro; nos hacen broma, vamos tomando y bailando, casi en automático, los amigos se empiezan a ir, pocos se van a quedar, yo espero que ella me tome la mano y me lleve para su pieza y no hay caso, está vueltasuloca, todo en buena onda, bailando, tomando, etc. Como a las 5.30 nos vamos a acostar, ya poco o nada queda del galán de cité, estoy super cansado (¡pero ella todavía tiene cuerda!!). Al otro día me levanto, medio vivo y medio muerto.

¿Y para qué?

¿Y para qué? me he preguntado, por todo. Para qué el tiempo, para qué el esfuerzo. Para qué todo. Las sonrisas fingidas, las mañanas rápidas, las tardes abúlicas. Las noches largas. Los sueños compartidos. Las sábanas empapadas, sucias.

Insulzo cielo azul. Insulzos besos. Pop-corn, cine, teatro. Música, regalos. Regalos de cumple mes ... ¡¿y ahora que mierda le regalo?! Tiempo perdido, amigos lejanos, encuentros fugaces que no concluyen, un aborto de flirteo, una mirada que queda en nada, en una mirada gacha, mirando el vaso, mirándola a ella. Otra vez. Otra vez.

Para qué un te quiero, para qué un te amo. Para qué el tiempo, para qué el esfuerzo. Para qué todo. Todos mis amigos solteros, carreteando, yo feliz, una sonrisa en los labios, a veces. Ahora todos los imbéciles pololeando, sus mujeres calladas en las fiestas, en las reuniones, un adorno, alguien que te mira sonriéndo por costumbre. Ahora yo el imbécil solo (mi perro no me ladra, nunca lo hizo el muy imbécil tampoco), los miro, me siento mal, me da vergüenza tenerle celos a mis amigos. Ojalá la pasen bien, los muy huevones, mientras le dure.

Me decido a ser feliz. Me reviento carreteando. La resaca me molesta, me miro al espejo. Espero no volver a verla. Linda mi felicidad. Imbécil.

Miro mi carta a las parejas jóvenes. Que chucha hago con ella ahora, que chucha hago con todos los consejos, siutiquerías bellas, buenos deseos, etc. que chucha hago si como pareja soy un fracaso. Me repongo. Me recompongo. Antidepresivos. Somníferos. Estimulantes. Tabaco. Okey, algo tengo que hacer con ellos. Antidepresivos. Estimulantes. Tabaco. No está mal escribir la carta. Más antidepresivos. Más tabaco. La publico, y punto y que tanto, si a fin de cuentas no se trata de dar consejos, sino de contar mi rollo. Más tabaco. Esta linda la huevá, después de todo.

Sigo dolido. Espero. Duermo. Duele. Fantaseo con el regreso. Fantaseo con eso. Me lo imagino. Tampoco me gusta, lo peor es que tampoco me gusta. Ni sueños bonitos tengo. Que mierda me queda sino el odio. Y el tiempo. Y regalitos. Cartitas. Al horno con ellas. Cenizas. ¿Y ahora? El recuerdo. Más tabaco. ¿Cómo se hace para borrar un recuerdo?

Pero, amigos, he tenido una gran experiencia, he aprendido algo de la vida, he tenido tardes incansables, conversaciones profundas, regalos importantes, salidas únicas, atardeceres románticos, noches tumultuosas, amaneceres brillantes, ocasiones increíbles, reflexiones prolongadas.

¿Y para qué? ... ¿Y para qué? ....

¿Quién podrá defenderme?

Todo esto parte de lo siguiente: los micreros están vueltos locos con tanto asalto, y demandan mayor protección ... y a mí ... ¿quién me protege de ellos? y quién me defiende de:

  • Los cantores de micros que tocan rancheras en mi oreja mientras escucho la Radioactiva en el personal.
  • Las viejas c. que me hacen esperar en el banco pa´ decirme que esa fila no era.
  • Las minas que me hacen un desprecio gratuito y una mirada de desdén cuando no estoy ni ahí con ellas y ni siquiera las estaba mirando con lujuria.
  • Los sacos de huea que se dan la paja de disminuir la velocidad y sacar la cabeza del auto pa' gritarme "ridículo!" que se han creído los muy imbéciles, yo no les he hecho nada malo.
  • La peluquera que me dice - mijito, se va a echar a perder el pelo con tanta tintura, mire, échese un yoghurt de frutilla con una clara de huevo y déjeselo pr 30 minutos. ¡métase su yoghurt de frutilla por la raja!
  • Los imbéciles que se ponen de acuerdo para que entre 1300 y 1500 horas si estoy con ganas de tirarme en la cama a ver tele tiene que ser una teleserie, del país que sea, pero llorona, insulza, rosa, torpe, intelectualmente nula y artísticamente una mierda.
  • Los políticos rasca, botarates, mal hablados, mentirosos, corruptos y chanta

Y por último quién me defiende de mi mismo, tan reclamón y odioso.

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