La Historia de Jesús
La historia de Jesús es muy hermosa. Se trata de un pensador y agitador judío que vivió durante el período de ocupación romana hace unos dos mil años. Atrajo un número considerable de seguidores enseñando en arameo, por medio de parábolas, la importancia del amor al prójimo. Sus seguidores le atribuían poderes mágicos incluyendo la capacidad de curar enfermedades, cambiar agua en vino y secar higueras, entre otras. Tras predicar por pocos años fue apresado y crucificado por el prefecto romano en Judea.
Jesús es considerado, por más de dos mil millones de personas, la encarnación de un dios omnipotente que creó el universo. Ellos se llaman a sí mismos "cristianos", y están divididos en varias ramas que se atribuyen interpretaciones mutuamente excluyentes de los dichos y hechos de la vida de Jesús.
Otros mil quinientos millones de personas, los musulmanes, no consideran a Jesús la encarnación de un dios, sino solamente un profeta. Aseguran que engañó a sus captores y nunca fue crucificado, sino que ascendió al cielo vivo. Esto es muy importante porque Jesús no puede haber muerto, ya que retornará en el fin de los tiempos para ayudar en la guerra de los musulmanes contra el Dajjal (falso profeta), y al ver a Jesús matar al Dajjal, todos los judíos y cristianos se convertirán al Islam.
La historia de Jesús que usan las iglesias cristianas está en los evangelios, libros escritos en griego entre 40 y 60 años después de su muerte. La historia de Jesús contenida en ellos es una gran mezcla que contiene una parte de plagio, una parte borrada, una parte inventada y una parte real.
La parte plagiada incluye varios aspectos, incluyendo el nacimiento de una virgen y la resurección de Jesús, tomadas posiblemente de tradiciones egipcias previas a su nacimiento y del deseo de correspondencia con antiguas profecías judías. La parte borrada incluye historias que no sobrevivieron el Concilio de Trento en 1546, donde se decidió cuáles de los escritos disponibles eran inspirados por dios y cuáles no (aparentemente el problema de por qué el dios omnipotente no lo dejó claro no es relevante). La parte inventada incluye los elementos sobrenaturales y extraterrestres, así como varias incongruencias históricas; por ejemplo Lucas pone el nacimiento de Jesús durante el censo de Quirino y el reinado de Herodes, siendo que Herodes murió 10 años antes de que Quirino fuera gobernador y pudiera ejecutar dicho censo.
Por otro lado, la parte verdadera ha intentado ser rescatada en varias ocasiones, notablemente por el tercer presidente de EEUU, Thomas Jefferson que escribió a comienzos del siglo XIX la Vida y Moral de Jesús de Nazaret, escrita en base a la Biblia cristiana pero quitando los elementos sobrenaturales. Jefferson era un deísta: alguien que cree que el universo es creado por un dios perfecto que después de la creación no necesita hacer ajustes, ni intervenciones, ni milagros; y lo que le impulsó a escribir este libro fue que, según sus palabras, "de todos los sistemas morales antiguos o modernos que he conocido, ninguno me ha parecido tan puro como el de Jesús".
Usar una bonita historia como base de un sistema moral es muy normal. De hecho, no tiene por qué ser una sola historia: Esopo nos da más de 300 fábulas breves, con animales como protagonistas, que son hermosas lecciones morales, algunas con varias lecturas como La Avispa y la Serpiente y otras clásicas como La Zorra y las Uvas. Otra historia, la de Papa Noel / Santa Claus / Sinter Clas / El Viejo Pascuero, tiene un corte más pragmático: hay que ser bueno porque así se reciben regalos. Su pragmatismo no le resta utilidad, como saben muchos padres con hijos pequeños.
Pero usar un cuento como base moral tiene sus límites. Primero, ni las más de 300 fábulas de Esopo ni los 72 libros de la Biblia ni las 114 azoras del Corán ni ningún libro, por largo que sea, puede cubrir toda la variedad de la experiencia humana y todos los cuestionamientos morales existentes y futuros.
Segundo y más importante, la gente que se abroga el derecho de interpretar los libros adquiere mucho poder, particularmente cuando profesan que el espíritu santo no les deja cometer errores. Esta es la base de la infalibilidad pontificia, que indica que el espíritu santo le impide al jefe de la iglesia católica cometer errores cuando promulga o declara una enseñanza dogmática.
Pero los que interpretan la vida de Jesús no son infalibles, y a lo largo de la historia han usado su interpretación para oprimir a las mujeres, castigar a los homosexuales, quemar a los disidentes, justificar la esclavitud, enseñar un mito como ciencia, etc. Y lo siguen haciendo.
Confundir la realidad con la ficción es un problema. Si una sola persona confunde imaginación y realidad se le trata de esquizofrénico. Si miles de millones lo hacen, se les da dinero para que lo hagan, se les inmuniza contra la crítica, y se permite que maltraten a los niños con una educación odiosa, sectaria y basada en la culpa. ¿Por qué tendría que ser la religión tratada con deferencia? Obedecer ciegamente a un aparato de control basado en un cuento es estúpido. Considerar esta obediencia de otra forma, para ser políticamente correctos, solamente sirve para extender el problema y perpetuar a los que se benefician explotando la historia de Jesús.
Fuentes: Adherents.com, Lista de nacimientos de una vírgen, La Biblia de Jefferson, Seldo
Update: P. P.-B. sugirió este extracto de la película "The God Who Wasn't There" sobre el tema, es muy bueno: