La prueba

La prueba. LA PRUEBA. ¿Cuál será mi resultado? ... y, sobre todas las cosas, ¿Cuál será el de ella? Cuando se comenzó a aplicar la prueba, por lo menos en los primeros dos años, fue desastroso, la gente se negaba y terminaba simplemente por renunciar a la posibilidad de casarse, aún con las mejores intenciones de hacerlo. Y las parejas hacían un cínico pacto, aludiendo a que el procedimiento era antinatural, no era lo correcto, etcétera. Pero por dentro, estaban muertos de miedo.

Y yo me reía de ellos, porque a fin de cuentas, antes de que existiera la prueba la mitad de los matrimonios fracasaba antes de los 10 años. Ahora, 25 años después, se casa un poco menos de tiempo, pero las uniones tienden a ser mucho más sólidas y duraderas.

Al menos eso dicen las estadísticas oficiales.

Y ahora, esperando en esta pieza de decoración minimalista y aséptica, aguardo con las manos sudorosas los resultados. La enfermera me llama en voz alta y me extiende un sobre sellado, copia idéntica, por lo demás, del sobre que recibirá el juez.

Como habíamos acordado, espero a mi novia fuera del edificio. Ella llega con un sobre como el mío.

  • Tú primero -me apresuro a decir.

Ella no tiene ningún reparo. Lo abre sin dilación ni prisa extremas, incluso, diría yo, con un gesto de abulia. Y lee en voz alta "Señorita P. Su estudio de niveles neurológicos asociados al síndrome de Eros, arrojan un resultado de 5.79 en la escala normalizada lineal de 0 a 10. Esto la situa dentro del rango legalmente permitido para contraer nupcias, a saber, entre 4.00 y 7.99. La presente certifica que, por lo tanto, usted está legalmente habilitada para el matrimonio."

Siempre los números 4 y 8 me han parecido antojadizos, aunque hayan sido objetos del más profundo análisis. Y aún cuando acepto plenamente lo del límite mínimo, es decir, la persona DEBE estar al menos ligeramente enamorada para casarse, el límite superior me cuesta más de tragar, aún cuando reside gran parte de la eficacia del método: prevenir arranques de locura (puesto que incluso antes de la prueba ya se aceptaba que el amor era una forma benigna de sicosis temporal) como causantes de matrimonios destinados al fracaso y que las parejas se tomen la decisión con la mente fría.

Abro mi sobre. Lo leo en silencio. No la puedo mirar a los ojos al decirle: "9.14, estoy inhabilitado por los próximos 6 meses".

Ella me mira con una sonrisa que pretende ser tierna pero oculta un desprecio sutil. Me abraza y me dice "eso significa que estás un poquito loco ... tal vez deberíamos vernos menos seguido".

Caminando de la mano a su casa, comprendo que esto va directo al abismo.