Queremos dejar de arrastrar los pies

Vivimos en un mundo en que hay igualdad de oportunidades. Todos comienzan al pie de la escalera, y van subiendo por sus propios méritos o por que es su destino. Todos pueden llegar arriba de la escalera, y el que es pobre es porque no se esfuerza. Hay países ricos debido a que tienen gente trabajadora, y países pobres debido a que su gente sólo se dedica a cantar y bailar. Y si hay desigualdad, es porque el destino ha decidido favorecer más a algunos que a otros.

Nosotros disentimos. Nosotros sabemos que un mundo justo está aún por venir. Nos hemos ido moviendo hacia él durante miles de años, paso a paso. Primero los esclavos. Luego los obreros. Luego las mujeres.

Pero los que tienen muchos privilegios los quieren conservar, y nos hacen arrastrar los pies.

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No llamamos a sacar a los poderosos de sus mansiones y colgarlos en la calle. Y no es que algunos no se lo merezcan. Es que nosotros ya no somos tan imbéciles.

Tampoco dejaremos de recibir su dinero. Porque esa riqueza fue el fruto de nuestro trabajo, y no podemos vivir sin ella.

Pero no creeremos más en sus mentiras. Ni en sus enemigos fantasmas. Ni en la jerarquía moral de las razas. Ni en el bien contra el demonio. Ni en mil amenazas que nos acechan y que claman por su protección.

No apoyaremos más sus guerras. Porque éstas son sus guerras, no nuestras. Que vayan ellos. Que pongan a sus hijos adelante.

No creeremos más en sus mentiras. Sabemos que en la escalera no partimos todos iguales. Lo vemos todos los días. No somos estúpidos. Y eso no es la mano de dios distribuyendo los dones del mundo. Es el abuso perpetrado por el que puede abusar e inclinar la balanza en favor de los suyos, en contra de todos los demás.

La riqueza del mundo es fruto de nuestro trabajo. Queremos nuestra tajada. Una grande. Una justa.

Queremos crear más riqueza y terminar con la miseria, pero no queremos dejarnos chantajear por los que nos piden nuestra sangre y privilegios a cambio de generar riqueza con nuestro trabajo.

Queremos recibir mejor educación. Eso nos hará menos dependientes. Así podremos negociar nuestra tajada mejor. Así no tendremos que darles tanto a los que nos organizan, a los que nos mandan.

Por eso los que tienen privilegios tienen miedo de las universidades: porque le estamos enseñando a la gente a mandarse sola.

No vamos a dejar que nos usen para explotar y hacer sufrir a otros, ni siquiera a cambio de dinero, ni siquiera si es la costumbre. No nos pondrán los unos contra los otros. Ya estamos grandes.

Vamos a ser felices. La autoridad ilegítima nos hace sufrir. Los privilegios mal ganados nos hacen sufrir. La miseria nos hace sufrir. Las prohibiciones absurdas nos hacen sufrir. La suciedad nos hace sufrir. El temor y la guerra nos hacen sufrir.

Nos hemos vendido a cambio de que nos manden y nos den seguridad. Estamos aprendiendo a organizarnos sólos. Nos las arreglaremos. Y no pagaremos por protección. No repetiremos la estupidez de una guerra continental, de una guerra entre culturas. No lo aceptaremos.

Creen que sin miedo no trabajaremos. No es cierto. Trabajamos porque queremos ser más, porque todos quieren ser más. Sino, no existirían tantos estudiantes.

Creen que sin prohibiciones los placeres nos atraparan. No se preocupen por nosotros. Ya estamos grandes.

No permitiremos que el poder se siga concentrando. Y no nos referimos a los gobernantes oficiales. Sabemos que su función es atraer las balas si algo sale mal. Nos referimos a los que tienen el dinero.

No permitiremos que el poder se siga concentrando, y para lograrlo, vamos a crear conocimiento y arte para todos. Creceremos creando abundancia, no creando escasez para que el beneficio de pocos.

Cada cosa de las que necesitamos, llevará cada vez más conocimiento y arte y cada vez menos tierra y dinero. Mientras más libre sea el conocimiento y el arte, menos valioso será el dinero, y más abundantes las cosas.

Y creceremos juntos hasta que no necesitemos aceptar más el chantaje de pocos.

Y creceremos juntos hasta que todos podamos disfrutar de esa riqueza.

Y lo haremos, lo estamos haciendo, en pocas generaciones. Lo haremos rápido, porque no podemos seguir esperando. No arrastraremos más los pies. No dejaremos que el pasado nos impida ir hacia el futuro.

En pocos años más nuestra raza alcanzará un peak de población y luego se reducirá a una cantidad más apropiada para el tamaño y los recursos de nuestro planeta.

Mientras tanto, no dejaremos que nuestras riquezas queden en manos de pocos. Lo haremos compartiendo con otros lo que aprendimos. Lo haremos sin parar, sin demorarnos, sin arrastrar los pies.

Avanzaremos aprendiendo a organizarnos, exigiendo lo que es nuestro y haciéndonos más libres. Como estamos haciendo ahora. Como hemos hecho siempre.


Fotos: Kris, Caliope, MTSTrading, Fifila: Flickr // Creative Commons.