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El circo

Rengo, el lugar donde me crié, es una pequeña ciudad, eminentemente agraria, que se encuentra a una hora y media al sur de Santiago de Chile, En esta ciudad, viví desde los 5 hasta los 11 años.

Recuerdo que la llegada de un circo a la ciudad era un acontecimiento relevante. Una vieja citroneta con dos megáfonos sobre el techo recorría las calles de la ciudad anunciando la llegada del nuevo circo y los horarios y precios de las funciones. Fui pocas veces al circo, recuerdo que lo que más me gustaba era la magia, y que pasaban sacando fotos de toda la gente del público, que después vendían en una pequeña cajita que se podía poner al trasluz para ver la foto dentro.

El circo era una carpa pequeña, con una pista pequeña y bancas de madera alrededor. Está de ma's decir que era un circo muy pobre, y la pobreza se olía por todas partes, aunque estaba bastante disimulada por hábiles remiendos y porque todo lo que estaba hacia el público trataba de ser lo más vistoso posible.

Recuerdo una vez que fui a una función en que la carpa estaba particularmente llena. Salieron los payasos adultos a la pista, e hicieron una rutina que tenía mucho humor físico, con las mangueritas para lanzar chorros como llorando y una que provocaba una explosión de tiza que simulaba que un payaso se había tirado un pedo. Recuerdo que no me causaba mucha gracia y a juzgar por los pocos aplausos, tampoco entusiasmaba mucho al público.

Justo después salió el payaso joven del circo, que tendría unos 15 años más o menos, y las niñas del pueblo se volvieron locas.

Antes de que el payaso cantara, al público le repartían unos volantes con la cara del payaso impresa en un papel de color verde que simulaba un billete. El payaso aparecía en todos los anuncios del circo y tenía buena pinta, y cantó una versión de "Love is in the air ..." en castellano. Todavía recuerdo la letra del estribillo:

Siempre hay amor ....
donde quiera que yo voy.
Siempre hay amor ...
donde quiera que puedo ir.
Tal vez sea una tontería,
o tal vez solo sea la vida,
lo importante en la vida es vivirla,
lo importante en la vida es amar.

Mientras el payaso joven cantaba, uno de los payasos viejos de la rutina anterior se vino a sentar al lado de nosotros en la misma banca de madera. Todavía estaba vestido y pintado de payaso, pero tenía un fuerte olor a vino y mucho olor a suciedad, y desde cerca, se le notaban los ojos rojos, las parótidas infladas de bebedor crónico y la cara muy arrugada, tanto por los años como por el maquillaje.

A la mitad de la canción, me pidió ver el billete con la foto del payaso joven que tenía en las manos, y yo se lo pasé. Lo miró largo rato cabizbajo, luego miró hacia la pista y hacia el público que aplaudía al payaso joven. Luego agachó la cabeza y se puso a llorar largo rato y amargamente. Yo no sabía que hacer. Era muy chico, pero por algún motivo estaba preparado para entender lo que pasaba. Sentí muy claramente que el payaso viejo se sentía acabado, que sentía que los aplausos del payaso jóven él jamás los volvería a tener, sentí que el payaso viejo estaba borracho, estaba cansado, sentí que el payaso viejo se sentía muy viejo.

Todo eso lo sentí. Y nunca más fui al circo.



Postdata: El hecho de que utilicen animales también ha alejado a mucha gente, pero hay varios elementos muy rescatables del circo. Uno de los más destacables creo yo son todas las artes asociadas al malabarismo y al espectáculo circense, que va mucho más allá del circo pobre "clásico" que describo. Gracias Maligno por los comentarios.